Desde hace miles de años se actúa en las pandemias mediante la técnica del aislamiento. Hace 3.000 años con la lepra, hace 600 con la peste negra, hace 130 con la peste bubónica, hace 100 con la gripe española.

Y a día de hoy, continuamos combatiendo una pandemia con los mismos métodos.

En la gripe española y en las pestes anteriores se utilizaban también “epis”, es decir, mascarillas y demás protección.

Es impresionante los avances en informática , internet y dispositivos y medios en ese campo. En el resto de asuntos seguimos como en la Edad Media , confinados.

Oigo y leo  a muchas personas quejarse por la acumulación de datos con que nos “bombardean”  por todos los medios , dicen cosas como que convertimos problemas y dramas en cifras, que las cifras son frías , que son meros datos.

Para atajar la pandemia , para que la medicina saque remedios y vacunas, para evitar contagios , secuelas, colapsos sanitarios, crisis económica sin precedentes y muertes la principal herramienta con la que contamos es con las cifras y los datos de evolución, de letalidad, de hospitalización.

También el manejo de las cifras dan pie a conocer si un tratamiento es adecuado o no lo es, para saber si una vacuna nos inmuniza sin efectos no deseados, si se crea inunidad en la población.

Y yo por lo menos, y entiendo por extensión que la mayoría de la población, necesita conocer  dicha información para saber a qué atenerse e ir tomando las decisiones adecuadas a sus necesidades y pretensiones .

Yo no me subo a un ascensor donde tengo una probabilidad de un 40 % de enfermar gravemente con ingreso en hospital durante semanas, que tengo una probabilidad del 6 % de ingresar en la UCI y quedarme con secuelas de por vida, y lo menos relevante pero no por ello menos destacable, una probabilidad de un 3 % de fallecer.

Y las cifras por favor sin sesgos, correctas, interpretables y actuales.

Pues sí, el que escribe estas líneas es consciente de que  , al margen  de otras muchas consideraciones de toda índole, si todos fuéramos veganos no habría llegado el coronavirus COVID-19. Asimismo los virus anteriores (MERS, SARS-1, vacas locas, sida, gripe aviar, A, y un largo etcétera), es decir , la causa de una amenaza clara para la humanidad a corto, medio y largo plazo se puede minimizar , y mucho, cambiando los hábitos alimenticios.

Y no es menos cierto que a Greta Thunberg le han robado la infancia y la vida , no tengo la menor duda.

El coronavirus es especialmente agresivo entre otros casos con las personas hipertensas y diabéticas.

El virus siente apetito por las llaves ACE2 abundantes en pulmones y a los pacientes de ambas dolencias se les prescribe con mucha asiduidad medicamentos IECA y ARA II, que, mediante la acción sobre la angiotensina incrementan la enzima convertidora de angiotensina 2.

Por otro lado cada vez hay más evidencias  que tanto la hipertensión como la diabetes son unos fenómenos dependientes de la  inflamación . Y existe mucha relación también entre la inflamación y el daño que ocasiona a muchos pacientes sensibles el virus SARS CoV-2.

Una investigación posterior sugiere que, más que a las ACE2 comentadas, el virus se adhiere mediante un complejo proceso en el que interviene la hemoglobina y eso provoca una respuesta que puede ser fatal.

Se observa que el virus por diversos mecanismos provoca una situación trombótica que afecta por ejemplo a la zona alveolar de los pulmones donde se transfiere el oxígeno a la sangre . Esta situación viene dada, bien por la acción directa del virus en los vasos sanguíneos o bien mediante la llamada «tormenta de citoquinas» que no es más que una respuesta inflamatoria exagerada por parte del sistema inmunitario que puede tener mal desenlace y compromete muchos órganos .

Y finalmente también un reciente estudio o teoría indica que el virus en realidad ataca al endotelio, y ello en personas con ciertas afecciones como la presión arterial alta, la diabetes y las enfermedades cardíacas que estresan el endotelio, provoca que enfermen más.

En cualquiera de los casos, las condiciones de hipertensión y diabetes de una persona son una condición de mayor vulnerabilidad o riesgo por las razones comentadas.

Cuando tenía 19 años recuerdo como le contaba a un amigo una teoría que se me había ocurrido como que cada ciertos años tenía que haber una guerra, para hacer una reconstrucción decía.

Hoy se le puede llamar  “reset” de la economía global o reestructuración de un sector o mutualización de la deuda o guerra comercial por ejemplo.

Y el virus ha venido para en apariencia dañarnos la salud, pero a parte de eso poner las cosas en su sitio posiblemente.

Y entre los dos titanes (EEUU y China) está la contienda , la batalla al ¿virus?, que da la sensación que la está ganando China y eso puede indicar muchas cosas para Occidente , para la vieja Europa y sus pequeños países (con permiso de Alemania).

También me da  una sensación como que el cortoplacismo de las democracias al uso no estaría tampoco en su mejor momento.

Desde finales de enero y principios de febrero de 2020 llegaban imágenes de China y noticias conforme se estaba un virus con lo que el país, y especialmente una provincia de 60 millones de habitantes vivían confinados por orden gubernamental, con limitaciones y restricciones muy draconianas.

Asimismo nos informaban de como construían hospitales enteros en diez días dado el colapso sanitario y la saturación salvaje de sus hospitales.

No hay que ser muy espabilado para ver que es una situación excepcional.

Pues bien, todavía hoy, que ya en España llevamos semanas en la misma situación , no salgo de mi asombro e indignación por las mentiras que iban dejando caer periodistas, médicos , comunicadores y políticos. Yo , viendo esas imágenes de China ya sabía lo que estaba pasando, entonces , ¿por qué me engañaban?, es más, ¿por qué me han ido tratando como a un imbécil? que si no es más que un catarro, que si muere más gente de gripe al año, que si las mascarillas no sirven para nada.

Yo considero, que por madurez social y por dignidad personal está francamente muy mal que me engañen de esa manera.