Leo el libro «En busca de la libertad: el planeta en peligro» de Manuel Fernández ordóñez, asocia liberalismo a ecologismo.

Este es un físico, muy liberal, de la escuela austriaca, como el amigo Rallo.

Viene a decir que lo mejor es el capitalismo y el mercado, incluso lo mejor para el medio ambiente.

Por ejemplo habla de la curva medioambiental de Simos Kuznets, donde supuestamente cuando un país llega a un determinado nivel de desarrollos su impacto sobre el medio ambiente decrece.

También comenta que hoy en día en China emite el doble de CO2 por unidad de PIB que Estados Unidos, el triple que Alemania y cuatro veces más que Francia. De manera que yo deduzco que el país más liberal contamina el doble que un país muy intervenido por el estado según este señor como es Francia.

También comenta que en países con mucha libertad hay personas que se preocupan por el medio ambiente y puede incluso que un millonario esté preocupado por el mismo y en un caso protesten y en el otro invierta para que su barrio y el lago de su casita esté limpio. Y me pregunto en este caso dos cosas. Una es que esas personas a las que las personas con ideología liberal son las mismas que al parecer están muy equivocadas y son criticadas por ellos (Greenpeace, Greta Thunberg, etc). La segunda es que me están contando que, como hay millonarios muy millonarios que quieren su lago limpio pues estamos tranquilos.

Habla de Locke y el derecho natural, dice que el estado (lo decía Reisman) debe dedicarse a «la provisión de policía, las cortes judiciales y la defensa nacional». vaya por dios, defender sus propiedades, no sé por qué de eso y no de qué todos los habitantes tengan la misma educación y sanidad.

Comenta que ya apenas se cazan ballenas pues hay formas más baratas de obtener energía para iluminar que la grasa de éstas. Y yo me pregunto, hay muchísimas especies animales que desaparecen sin que nadie se preocupe, de hecho un 30 % de las especies animales están gravemente amenazadas.

Estos liberales llevan las cosas a su terreno por muy científicos que pretendan ser y por muchos libros llenos de referencias interesantes que pongan.

Tranquilos, que de aquí 30 años el Hámster Europeo habrá desaparecido de la faz de la tierra y los agricultores rusos podrán dormir tranquilos.