La empresa Colossal Biosciences afirma estar a punto de recuperar una especie extinta. Se trata del tilacino, un marsupial cuyo último ejemplar murió en un zoológico en 1936.
Nuestra aportación a la extinción de especies es tremenda. Hay especies por esto cuya extinción nos produce una elevada congoja. Efectivamente a muchas personas les importa bien poco y piensan que eso es irrelevante , que hay muchas cosas más importantes de las que ocuparnos.
Al margen de las implicaciones científicas que tienen estos eventos y de los efectos medioambientales que producen la desaparición de especies, existe una parte romántica que para mí es la más importante de todas.
Cuando vemos alguna antigua filmación, fotografía o dibujo de los últimos ejemplares de esta especie, nos viene a muchos una congoja, un malestar. Es como si nos hubieran arrancado una vida querida.