Bifo y Auschwitz

Asisto a una conferencia en la que Franco «Bifo» Berardi da una charla titulada «la última generación».

Compro al mismo tiempo su libro «La Segunda Venida» que subtitula «Neorreaccionarios, guerra civil global y el día después del apocalipsis».

Es bastante pesimista. Plantea algo así como que ya se ha intentado todo. En estos tiempos los occidentales de raza blanca de clase media y baja trabajadora están decepcionados ya que su nivel de vida disminuye y buscan y encuentran un culpable o un chivo expiatorio en la inmigración y los propios inmigrantes.

No necesitamos alguien que denuncie la realidad de la explotación: necesitamos alguien que nos diga como librarnos de la explotación.

Keller Easterling en su libro Extrastatecraft esboza el surgimiento de zonas integradas orientadas a la producción como un nuevo modelo de urbanismo en el que la ciudad ya no es un organismo vivo que interactúa con el capital, la tecnología y la producción , sino un espacio de infraestructuras técnicas que se conectan y predeterminan la explotación del trabajo en condiciones de precariedad, desterritorialización , aislamiento y constante recombinación. Ello lleva finalmente a la imposibilidad de elegir una alternativa , de decidir algún cambio sistémico: en pocas palabras la aniquilación de las democracias.

El PNB Per Capita de un país occidental desarrollado es de cuarenta mil dólares anuales, el de un país pobre como Burundi de 280 dólares. Eso no puede ser.

Mueren miles de personas anualmente en su camino de Africa a Europa, ahogados en el Mediterráneo o en otras partes del camino. De manera que esto es algo parecido a como actuaban la mayoría de ciudadanos alemanes en el III Reich, sabemos lo que ocurre y miramos hacia otro lado. Esto a mí me da la idea de como somos.

Montamos cárceles para los jóvenes migrantes que no han hecho nada malo, ahora fuera de Europa, en Mauritania y así para esconder las vergüenzas.

Los nacionalismo y la ultraderecha avanzan. Y los habitantes de los países pobres claman venganza.

Alguien dijo que normalmente no ocurre lo probable, sino lo impredecible. Esperemos que lo impredecible sea algo bueno. Lo probable es el desastre.

Berardi afirma que la segunda venida es como dejar de relacionar trabajo y dinero.

Las mujeres no quieren tener hijos.

Tener dignidad y coherencia.

Puede que incluso abandonar.

Falta de perspectiva

La «trampa de Tucídides» es un concepto en relaciones internacionales que describe la tensión y el conflicto potencial que surgen cuando una potencia emergente amenaza con desplazar a una potencia dominante. Este término se deriva del historiador griego Tucídides, quien escribió sobre la guerra del Peloponeso en el siglo V a.C. Según Tucídides, la guerra entre Atenas (la potencia emergente) y Esparta (la potencia establecida) fue inevitable debido al creciente poder de Atenas y el miedo que esto provocó en Esparta.

También suele hacerse referencia a la caída de diferentes imperios, especialmente el romano, para extrapolar ello a los tiempos actuales y tener unas tesis de que la historia siempre se repite.

Yo no entiendo esas teorías, si hubieran cientos de experiencias así pues bueno, pero llevamos demasiado poco tiempo en la historia de los imperios como para establecer esos paralelismos.

La historia de la humanidad data desde el momento en que comenzaron a registrarse los primeros eventos y sucesos significativos de manera escrita. Este punto de inicio suele situarse alrededor del 3200 a.C. con la invención de la escritura en la antigua Mesopotamia (actualmente Irak). A partir de este momento, se considera que comienza la historia propiamente dicha, ya que disponemos de registros escritos que documentan eventos, culturas y sociedades.

En ese periodo ha pasado todo, y es muy corto, de hecho nuestra civilización lleva apenas 250 años y, aunque estamos en ello, todavía no ha colapsado. Tiempo que llevamos desde la Revolución Industrial y la Ilustración.

Lo mismo ocurre con el universo, desde el Big Bang han pasado menos de 14.000 millones de años, y la vida en la Tierra data de hace unos 4.000 millones de años, como vemos estamos también en fases incipientes respecto a lo que puede ser la vida del Universo.

El Sol es una estrella de tercera generación, también podemos decir que no han pasado cientos de generaciones de estrellas, solo han pasado tres.

Es todo demasiado reciente, no podemos extrapolar mucho. No sabemos, en la base a lo sucedido en periodos anteriores que depara el futuro, ni que hay más allá de lo que vemos con nuestras cortas miras y nuestra corta experiencia tanto a nivel espacial como temporal.

Algunos datos sobre los residuos plásticos

La mayoría del plástico que se fabrica no es recicable.

Solo un 1% del plástico que se genera es biodegradable.

Se recicla a nivel mundial solo un 9 % del plástico que se genera. Un 12% se incinera y casi todo el resto termina en vertederos o en el medio ambiente.

En Estados Unidos se consumen 55 Kgs de plástico no reciclable por persona y año, en Francia 36, en España 32, en India 1 (uno).

Se generan 368 millones de toneladas de plástico al año en el mundo, eso equivalen a 258.000 edificios de cinco pisos de altura, la superficie doble o mitad arriba o abajo de ciudades como Amsterdam, Barcelona, San Francisco o Chicago. Es decir, cada año arrojamos a vertederos la cantidad de plástico equivalente al volumen de una ciudad grande con sus edificios.

Distribución Estimada del Uso del Plástico:

  • Embalaje (Packaging): 40% (principalmente alimentos)
  • Construcción: 20%
  • Automotriz: 10%
  • Electrónica y Equipos Eléctricos: 6%
  • Médica y Farmacéutica: 4%
  • Hogar y Bienes de Consumo: 20%
  • Agricultura: 3%
  • Otros: 3%

Pero en Europa queremos reciclar casi todo el plástico en cinco años.

Como soluciones a niveles plausibles bajo mi punto de vista serían volverse veganos (necesario en muchísimos aspectos), prohibir la venta de agua embotellada con algunas excepciones, para ello debería proveerse como agua de consumo humano, la potable, la doméstica, de un agua de mucha mejor calidad organoléptica. Embalar los alimentos de manera diferente, es decir, comprar tipo mercado, no tipo supermercado. Incrementar las tasas fiscales de bebidas alcohólicas y azucaradas. Cambiar la manera de distribución de los bienes de consumo doméstico (léase ventas on-line). Incrementar el uso de envases retornables y una mejor gestión, doméstica y en ámbitos mayores, de la selección de los envases que se han de generar en forma de residuos (nuevos materiales en diversas fases de investigación y comercialización).

Por supuesto obligar a las empresas con más medidas y controles en este asunto de los trasiegos de mercancía o subproductos. Que hayan más envases y embalajes a devolver, como ocurre habitualmente con los palés o con las cajas de campo.