Lo siento, ¿lo sientes?

Comenta Temple, hablando sobre autismo y autismo de alto funcionamiento o altas capacidades, mas o menos lo que antes se llamaba Asperger (solo durante unos años) – pues no hace demasiados años eso no existía – que hay personas, autistas, con malas notas y desastres varios, que, en cambio, “ven” asuntos complejos, patrones (ya sean fractales, cuadros, edificios, sistemas, algoritmos, números, palabras, etc).

A Temple le hicieron numerosos escáneres del cerebro, la han estudiado, y, en su caso, ven un cerebro poco desarrollado en unas áreas (cerebelo, área del oído,…) y en contrapartida otras áreas (zonas del cerebro, conexiones intracerebrales,…) muy desarrolladas, unas muy por debajo de la media en personas neurotípicas y otras extraordinariamente desarrolladas.

Afirma Ernesto Riaño, en su libro “¿Qué es el autismo?” que en la actualidad sabemos que el autismo es una condición de vida de origen genético.

Decía la canción de Leonard Cohen “Hay una grieta en todo, así es como entra la luz”.

Estrés crónico, cortisol, una constante en la gente a la que nos pasa esto.

No hay una terapia en sí pero hay una ética para poder acompañar y dirigirse moralmente.

Hay una percepción del mundo diferente.

La baja empatía atribuible al autismo hace referencia a la empatía cognitiva, no a la emotiva. Hay quien dice que, a nivel afectivo, es posible que en la mente autista haya hiperempatía.

Más bien es posible que unos no entiendan a los otros, pero es posible también que los unos tampoco sean entendidos por presuntamente normales.

Existe un problema de autorregulación, y esto lo considero un problema grave. También considero que las formas de comunicación nuevas que van apareciendo acrecientan el problema.

Yo diría que los neurotípicos son sobre todo muy mentirosos, creo que leí que se miente cada 7 minutos de charla.

Una utilidad tenemos, esa forma alternativa de ver el mundo puede que sea necesaria en parte, y que haya sido así siempre.

Pero esta es una fábrica de malentendidos, incoherencias, falta de control y autorregulación, estigmas, traumas y más.